Trucos domésticos para machos: Rescatando un sweter

Ok, tienes el sweter tejido que te regaló tu amante secreta esa que esta buenísima y que durmió con él para que se quedara impregnado con su perfume (seamos realistas, te lo regaló tu mama), y mucho después de que se le quito el olor de tu novia (imaginaria) te das cuenta de que ya no se ve igual. Es decir, que esta todo lleno de pelusa porque de tanto ponértelo por fiebrudo las fibras empezaron a deshilacharse y parece que tienes puesto un pedazo de alfombra vieja. Las primeras veces te aferras a la idea de que no se ve tan mal, hasta que alguien te pregunta dónde es la próxima reunión de swingers disfrazados de peluche.
Es entonces cuando te enfrentas a la dura realidad de que el sweter ha cumplido ya con su deber en la vida y es hora de dejar que se apolille en el closet (y le pones bolitas de naftalina y todo).

Pues no tiene que ser asi, al menos en la mayoria de los casos:

Comprando una afeitadora cualquiera (no va a haber diferencia entre una Mach3 y una burda prestobarba) y usándola con sumo cuidado (te va a costar, no en balde a cada
rato de cortas la cara por animal cuando te afeitas) vas "afeitando" el sweter. Luego le pasas uno de esos cepillos de pelusa que venden por ahi (un trapo limpio y un pelo húmedo tambien hace el trabajo) y listo el pollo, tienes otro sweter nuevo (bueno, casi).

Eso si, animal del monte, quítale la barrita esa que tienen algunas afeitadoras modernas llenas de "crema de aloe" (verga, que gay esa palabra, esa vaina es sábila y punto) porque no creo que tu sweter tenga la cara delicagada que tu si tienes y por lo cual se te pone la cara roja cada vez que te afeitas, y la crema va a dejar empegostado el pobre sweter que no tiene la culpa de haber caído en las manos de un mequetrefe como tú.

He dicho, no joda.