Regresé

Después de unas apresuradas vacaciones en Chichiriviche, he regresado al ruedo. A ver si el rojeado (ojo, que no el bronceado, porque lo que hago es ponerme rojo y ya) me dura un pelo más de la semana que viene.

Por cierto, aprendí en el viaje que uno puede mantener un pueblo como Chichiriviche a punta de bebedera de caña, playa y jodedera. Esa mierda aún tiene 2 calles asfaltadas (eh, asfaltadas no, con cemento, la única que tiene asfalto es la parte de la carretera que llega desde Sanare) y llegar allí con lluvias me parece una verdadera proeza porque el resto es de tierra pisada y aún las casas se manejan con pozos sépticos porque no hay una puta cañería.

Pan y circo, pan y circo

Amén de la cuerda de animales con cédula que dejan lo mejor de sí (una montaña de mierda y basura) regadas en la playa despues de que se van.

Pero bueno, no todo fue malo, espero publicar unas fotos de por allá y de nuestra travesía a la Península de Paraguaná, con Médanos de Coro y hasta un poquito de montañismo (arenismo, es mejor decirlo asi)


Cambio y fuera